Síndrome del Intestino Irritable: Cómo Tratarlo

¿Qué es el síndrome del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección crónica que afecta el intestino, específicamente el intestino grueso. Es común y causa dolor abdominal junto con cambios en las deposiciones, como diarrea y/o estreñimiento. Dependiendo de los síntomas, hay tres tipos de SII.

Si bien no existe una cura para el SII, los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas. Es importante tener en cuenta que el SII no es lo mismo que la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y no aumenta el riesgo de cáncer de colon.

¿Cómo se siente un ataque de SII?

El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección crónica que afecta el intestino, principalmente el intestino grueso, y provoca una variedad de síntomas que pueden ser incómodos y perjudiciales para la vida diaria. Hay tres tipos de SII, cada uno con síntomas distintos: predominantemente de estreñimiento (SII-C), predominantemente de diarrea (SII-D) o mixto (SII-M), que alterna entre estreñimiento y diarrea.

Independientemente del tipo, todas las formas de SII causan dolor o malestar abdominal al menos una vez a la semana. Este dolor puede variar de leve a severo y puede ocurrir en cualquier parte del abdomen. Además del dolor abdominal, las personas con SII también pueden experimentar cambios en sus deposiciones. Esto puede incluir evacuaciones intestinales más frecuentes (más de tres al día) o menos frecuentes (menos de tres a la semana).

Si tiene SII con estreñimiento predominante, es posible que deba esforzarse más para expulsar las heces o sienta que no puede vaciar el intestino por completo. Si tiene SII con diarrea predominante, puede experimentar heces muy blandas y acuosas. Las personas con IBS-M pueden alternar entre estos dos extremos. Además de los cambios en las deposiciones, también puede sentir deseos repentinos de defecar, lo que hace que se apresure a ir al baño.

Otros síntomas comunes del SII incluyen hinchazón, gases y sensación de plenitud o incomodidad en el abdomen. La apariencia y la textura de sus heces también pueden cambiar y volverse muy duras y parecidas a guijarros (estreñimiento) o muy sueltas y acuosas (diarrea).

El SII es una afección crónica, lo que significa que los síntomas pueden durar meses o años. Sin embargo, los síntomas pueden aparecer y desaparecer con el tiempo, con períodos de alivio seguidos de períodos de aumento de los síntomas. Aunque no existe una cura para el SII, existen tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, como modificaciones en la dieta y técnicas de manejo del estrés, así como también medicamentos.

Causas del SII

Aunque se desconocen las causas exactas del SII, las investigaciones sugieren que la comunicación entre el cerebro y el intestino no funciona con normalidad.

La comida puede moverse muy lentamente a través del tracto digestivo, por ejemplo, o puede sentir niveles más altos de dolor cuando hay una cantidad normal de gas.

Aunque no está claro cómo, la angustia psicológica (como trauma, ansiedad o depresión) puede desempeñar un papel.

El estrés psicológico o el trauma pueden provocar cambios en el revestimiento del intestino o afectar los tipos de bacterias saludables que se encuentran en el intestino. Esto posiblemente podría conducir a más infecciones o inflamación intestinal, lo que puede cambiar la forma en que los intestinos se contraen y se mueven, causando síntomas del SII.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el síndrome del intestino irritable?

Su médico analizará su dieta para ver si algún alimento o bebida desencadena sus síntomas que debe evitar. Pueden recomendar suplementos de fibra, ejercicio regular como caminar o yoga, y formas de manejar los factores estresantes de la vida (incluido dormir lo suficiente).

Si estos no controlan sus síntomas, su médico puede recetarle medicamentos.

Las opciones incluyen antiespasmódicos (para el dolor de estómago y los calambres), antibióticos intestinales específicos para la diarrea y antidepresivos para tratar la ansiedad o la depresión.

Existen diferentes medicamentos específicamente para tratar el SII-C y el SII-D.

Su médico también puede sugerir ver a un especialista para la terapia cognitiva conductual, que puede ayudar a controlar el estrés y los síntomas del SII.

Factores de riesgo

• Más común en mujeres.
• Tiende a afectar a personas menores de 50 años.
• Haber tenido gastroenteritis infecciosa.
• Tener problemas de salud mental (particularmente ansiedad y depresión).
• Tener ciertos síndromes de dolor crónico como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica.
• Las personas con parientes cercanos que tienen SII pueden tener un mayor riesgo de padecerlo.

¿Se puede dejar el SII sin tratar?

Si tiene síntomas de SII, consulte a su médico. Dependiendo de tus síntomas e historial médico, es posible que te deriven a un especialista en enfermedades digestivas (gastroenterólogo).

Es especialmente importante si nota alguno de los siguientes síntomas de "bandera roja". Estos pueden significar que tiene una enfermedad distinta al SII.

• Pérdida de peso (si no está a dieta)
• Sangre en las heces (puede verla o encontrarla en un análisis de heces)
• Fiebre
• Bulto o masa abdominal
• Ganglios linfáticos agrandados
• Anemia por falta de hierro
• Despertarse por la noche debido a sus síntomas.
• Los síntomas comenzaron recientemente y están empeorando rápidamente.
• Tiene más de 50 años y nunca se ha hecho una prueba de detección de cáncer de colon.
• Uso de antibióticos en los últimos 6 meses
• Los miembros de la familia han tenido cáncer de colon o enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

¿El SII desaparece?

El tratamiento para el SII no curará la enfermedad, pero puede mejorar significativamente sus síntomas.

Siga los consejos de su médico sobre la dieta y el manejo del estrés. Y tome todos los medicamentos según las indicaciones. Además, lleve un registro de sus síntomas para que el tratamiento pueda ajustarse según sea necesario.

Una buena relación con su médico es clave para controlar con éxito sus síntomas del SII. Debe confiar en su médico y sentir que está tomando en serio su condición.